En los
últimos 10 años hemos asistido a una auténtica revolución en el mundo de la
información: estamos en la era digital. La mayoría utilizamos con más o menos
frecuencia internet y las redes sociales. En un entorno idílico, nos
encontramos con una fuente inagotable de información y con la posibilidad de
establecer unos vínculos sociales que hace 20 años eran inimaginables para el
común de los mortales. Se trata de herramientas que, a la vez, nos abren la
puerta al conocimiento y a la información, y que permiten viajar y estar en
conexión con el otro lado del mundo desde la silla de tu ordenador.
Sin
embargo, también nosotros formamos parte de esa “exposición universal” que suponen
la Red y las redes sociales. Toda la información (datos, noticias, fotografías,
comentarios hechos por nosotros y sobre nosotros) se encuentra a disposición de
cualquiera que se asome al escaparate de la pantalla de su ordenador o
dispositivo móvil. Es lo que se llama nuestra identidad digital. Como indica Mark
Bregman, a medida que nuestra identidad digital se hace más útil y más
exacta, surge la preocupación, por un lado, y la excitación, por otro, sobre el
nuevo valor que dicha identidad crea. En otras palabras, lo que se pueda leer o
ver acerca de ti puede tener un valor muy positivo o… crearte muchos problemas.
Como
docentes, este problema potencial tiene dos vertientes: cómo mantener nuestra
reputación digital y cómo hacer conscientes a nuestros alumnos de la importancia
de preservar la suya. Como indica Marcela Momberg en su blog “Educación
2.0 y redes sociales”, hay que mencionar a los alumnos “la importancia de
generar una Inteligencia Digital y por consiguiente Reputación Digital” que
sirvan para aprovechar las ventajas de este escenario gratuito, evitando o, al
menos, minimizando los riesgos de una mala reputación.
El
Instituto de Tecnologías de la Comunicación (INTECO) publicó la ‘Guía para
usuarios: identidad digital y reputación online’ para proporcionar pautas que
ayuden en la construcción de la personalidad en el entorno digital. Podéis
acceder a esta guía y a las fichas de identidad para usuarios en la web
del Colegio Público San Juan de Navarra. Estas fichas recogen de manera muy
visual qué es la identidad digital, qué riesgos existen y cómo proteger tu
identidad digital. Se trata, en definitiva, de una serie de consejos muy
simples pero fáciles de seguir y que inciden en unos puntos básicos:
1 – Nuestros derechos: los servicios y
plataformas de los que hacemos uso en la Red tienen unas políticas de uso que
nos otorgan ciertos derechos. Ante un caso grave de lesión de los mismos podemos
denunciar ante la policía y la guardia civil.
2 - Prudencia: usar las configuraciones de
opciones de privacidad en las redes, no dejar constancia en la red de lo que
pensemos que nos puede afectar a nuestra reputación digital y tratar a los
demás con el mismo respeto que demandamos para nosotros.
3 – Chequear nuestra “salud digital”.
Periódicamente, debemos comprobar qué está publicado acerca de nosotros en la
Red y qué datos personales existen en la misma.
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